Nuevas evidencias de la entrada de homínidos en Europa desde
África por el sur de la península ibérica hace cerca de 900.000 años
Investigadores de la Universidad de Barcelona, en España, han
encontrado evidencias de la posible entrada de homínidos en Europa por el sur
de la península ibérica hace entre 900.000 y 850.000 años. El estudio se ha
publicado en la revista científica Journal of Human Evolution y se basa en la
nueva datación de restos fósiles de humano y de primate africano encontrados en
Cueva Victoria (Cartagena, Murcia). Estos hallazgos, junto con restos de
tecnología lítica de la misma época hallados en otro yacimiento cercano, y la
coincidencia temporal con una bajada del nivel del mar, hacen pensar a los
investigadores en la llegada de humanos desde África cruzando el estrecho de
Gibraltar. El trabajo, de carácter internacional, está liderado por Lluís
Gibert, investigador y profesor agregado
del Departamento de Geoquímica, Petrología y Prospección Geológica de la
Facultad de Geología de la UB, y en él también han participado Carles
Ferràndez, profesor titular del Departamento de Estratigrafía, Paleontología y
Geociencias Marinas de la UB, y María Lería, becaria del Departamento de Dibujo
de la UB.
«Hasta ahora, la teoría dominante establecía que la
dispersión humana desde África hacia Europa se había producido dando la vuelta
al Mediterráneo por el norte y llegando a la Península a través de los
Pirineos; pero nuestro trabajo, y otros estudios anteriores, sugieren la
entrada de homínidos desde el sur en diferentes ocasiones», explica Lluís
Gibert.
La hipótesis de los investigadores se basa en primer lugar
en la datación de los fósiles de homínidos descubiertos en Cueva Victoria, una
caverna del Pleistoceno inferior con tres kilómetros de galerías ubicada en el
sureste de la península ibérica, a 13 kilómetros de Cartagena. Se trata de una
madriguera de hienas donde se han encontrado cerca de noventa especies de
vertebrados, incluyendo una falange humana y restos de Theropithecus oswaldi,
un primate africano similar a un papión. «Estos son los únicos restos de
Theropithecus encontrados en Europa, y su presencia en el norte de África
durante el Pleistoceno, así como su ausencia en otros yacimientos europeos,
sería un primer indicio de la dispersión de homínidos a través del estrecho»,
explica Carles Ferràndez, que es editor, con Lluís Gibert, de una monografía
sobre Cueva Victoria.
Con diferentes técnicas de datación, el nuevo trabajo
muestra que tanto la falange como los restos del primate tendrían alrededor de
900.000 años, la misma edad que un hacha de mano encontrada en el yacimiento de
Cueva Negra del Estrecho del Río Quípar, a 50 kilómetros de Cueva Victoria.
«Son los primeros restos encontrados en Europa de tecnología achelense, un tipo
de cultura lítica que aparece en África hace 1,6 millones de años y que, hasta
la datación de Cueva Negra, se pensaba que no había llegado a nuestro
continente hasta hace 600.000 años», recuerda Lluís Gibert, uno de los autores
de la datación del hacha de mano achelense, que se publicó en 2009 en la
revista científica Nature.
El periodo temporal en que vivieron estos homínidos parece
coincidir con registros de una caída importante del nivel del mar —de -100
metros— que podría haber facilitado el cruce del estrecho. «Durante el último
millón de años de historia geológica, el nivel del mar llega a caer más de 100
metros en períodos glaciares. La primera bajada de esta magnitud se da a los
0,9 millones de años, reduciendo la distancia entre África y Europa. Según
reconstrucciones paleogeográficas, el estrecho estaría formado en ese momento
por 5 kilómetros de agua, unas islas y 2 kilómetros más de agua, lo que es muy
diferente a los 14 kilómetros de agua de la actualidad», explica Ferràndez.
Según los investigadores, esta entrada de homínidos tendría
un precedente aún más antiguo: «Estudios anteriores a partir de diferentes
hallazgos de homínidos, industria lítica y fauna africana en yacimientos de
Orce (cuenca de Baza, Granada), ya habían sugerido una dispersión por el
sureste de la península ibérica hace cerca de 1,3 millones de años,
independientemente de que otros humanos intentaran dar la vuelta al
Mediterráneo», explica Lluís Gibert. Los últimos trabajos indican que la
primera salida de homínidos de África habría tenido lugar a través de Oriente
Medio y hacia arriba, a través de Asia Menor, hasta el sur del Cáucaso
meridional hace 1,8 millones de años; pero «actualmente no existe ninguna
evidencia sólida entre el Cáucaso y el sur de la península ibérica que indique
una entrada en Europa anterior a 1,3 millones de años, siguiendo esta ruta y
superando todas las barreras geográficas y climáticas que existían», afirman
los investigadores.
La datación de los fósiles de homínidos de Cueva Victoria se
realizó utilizando diferentes metodologías. En primer lugar, se analizó el
paleomagnetismo del área donde se encontraron los restos. Se trata de un método
de datación relativo que se basa en el estudio de la inversión de los polos
magnéticos del planeta debida a la dinámica interna de la Tierra. Estos cambios
no tienen una periodicidad concreta; pero quedan registrados en los minerales.
El paleomagnetismo permitió concretar el marco temporal, que después se
confirmó utilizando la técnica de uranio-torio, que permite refinar la datación
midiendo la descomposición del uranio en los materiales con calcita, como los
que se encuentran en la cueva.
Por último, un estudio sobre los fósiles de roedores
encontrados en los sedimentos de la cueva, realizado por uno de los
investigadores firmantes del artículo, Robert A. Martin, de la Universidad
Estatal Murray, confirmó que serían más modernos que los hallados en el
yacimiento de Orce, por lo que también encajarían en el marco temporal indicado
por las técnicas de datación geológicas. (Fuente: U. Barcelona)
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