viernes, 6 de enero de 2012

La esponja más antigua.



Una esponja, que mide medio centímetro, se ha convertido en el fósil más antiguo de un organismo encontrado hasta ahora en la Tierra. Localizada en una roca en Australia, los científicos que la descubrieron, de la Universidad de Princeton, aseguran que esta criatura vivió en el océano hace 650 millones de años, al sur de este país.

Sería, según el artículo que publican en 'Nature Geoscience', la evidencia más antigua de un cuerpo fosilizado, 70 millones de años más viejo que los animales con concha que tenían el récord hasta ahora: un 'Namacalathus', que vivió hace unos 550 millones de años y fue descubierto en 2000 por John Grotzinger, del Instituto de Tecnología de Massachusetts; y la 'Cloudina', cuyo primer ejemplar se encontró en 1972 en Suráfrica.

Los investigadores, el profesor Adán Maloof y su alumna Catherine Rose, encontraron el fósil cuando investigaban la Edad de Hielo de hace 635 millones de años. Su hallazgo supone que la vida animal existió antes, y probablemente sobrevivió, a la glaciación llamada 'Tierra Bola de Nieve', una sucesión de diez millones de años en los que el planeta vivió la etapa glaciar más larga e intensa de su Historia.

"Estábamos acostumbrados a encontrar rocas con las virutas encajadas en el fango y al principio pensamos que era otra más", afirma Maloof. "Pero había formas muy repetidas por todas las partes y el segundo año vimos que era algún tipo de organismo. Nadie contaba con que encontráramos animales previos a la edad de hielo, dado que es raro que se desarrollaran dos veces, la cuestión es que algún pariente suyo sobrevivió a la glaciación", apunta el científico.

Algunos expertos ya han declarado su sorpresa: "Han encontrado que los animales pudieron haber aparecido en la Tierra 90 millones de años antes de lo que se creía", afirma H. Richard, director de la Fundación Nacional de Ciencia que ha financiado la investigación.

No fue fácil analizar los fósiles, que no podían ser sacados de la roca con técnicas convencionales, ni ser explorados con técnicas de exploración radiológica, dado que las radiografías sólo distinguen entre materiales con diversas densidades. En este caso, los fósiles muy antiguos se convierten en calcita, el mismo material que la roca matriz en la que estaban encajados.

Maloof, Rose y sus colaboradores tuvieron que diseñar un nuevo sistema digital para crear, en el lugar, modelos digitales tridimensionales de dos de los fósiles. Como parte del proceso, los miembros de equipo fueron raspando unos 50 micrones de la muestra (la mitad del ancho de un pelo humano) y fotografiando la superficie pulida. En total, sacaron unas 500 'rebanadas' de la roca que, con el programa adecuado, permitieron tener una imagen de la criatura.

Cuando comenzaron la reconstrucción digital, la forma de algunas de las rebanadas hizo pensar que eran de un 'Namacalathus', previamente descubierto, pero el modelo reveló que había unos extraños canales internos que no tiene el 'Namacalathus'.

Tras analizar varias alternativas, decidieron que a lo que más se asemejaban los organismos era a las esponjas, que extraen el alimento cuando el agua atraviesa su cuerpo acanalado. Previamente, las esponjas más antiguas conocidas eran de hace 520 millones de años, en el Cámbrico.

Ahora, todo parece indicar que su origen fue muy anterior, tal como señalaban los estudios del material genético, que permiten saber cuánto tiempo tardó una especie en desarrollarse. Estos 'relojes moleculares' ya indicaban que las esponjas eran anteriores al Cámbrico.

Rosa M. Tristán
Madrid. El Mundo.